Hey Jude! ha muerto
Alguna vez cometí la atrocidad de intervenir una obra clásica con fines publicitarios, así que poco puedo decir para juzgar el recurso utilizado en esta 'propaganda'. Lo único que me urge es expresar mi opinión. Tal como pasó con mi trabajo en su momento, esta propuesta termina siendo un maniquí sin alma, una pobre intención a la que se le notan los hilos del montaje y muestra la carencia de talento, creatividad o tiempo de parte del "creativo" para imaginar una melodía con la misma potencia, pero auténtica.
Más importante para mí fue pensar ¿cómo se sentiría el autor de la obra que violamos al verla intervenida de esa forma? Sin ahondar en el hecho de cuánto cuestan los derechos de autor de "Hey Jude!", no la felonía que cobra SAYCE sino el pago real que hay que hacerle a los autores de una canción, tal como lo cuenta César Ricaurte mencionando a Music Clearance; sin contar que por usar unos acordes ajenos algunos artistas y productoras deben pagar demandas millonarias; sin contar cuál será la opinión de Paul McCartney al ver violada una de sus obras más personales; sin tener en cuenta esos "detalles" legales y artísticos, pregunto ¿Cómo pueden hablar de honestidad, de ética, de creatividad o de revolución con esta actitud? Este tipo de trabajos son los que hacen que desconfiemos de la publicidad y de la política. Por suerte, algunos de los culpables quedaron bien señalados.
Comentarios
Y además no se desde hace cuanto, pero desde que veo la palabra SAYCE algo me huele mal.
Estoy harto del sistema!!!!