Los restos de la Hora Nona

Pensar en el proceso necesario para llegar a una imagen final puede ser interesante (o terriblemente aburrido, depende del caso) para entender el resultado final y sobre todo el crecimiento personal logrado en cada trabajo. Porque luego de encontrar tu trabajo pegado en cualquier pared, en cualquier revista o flyer o en 30 segundos o menos en televisión, lo rico (o pobre) del proceso es lo único que nos queda.

Nos queda el presente, que ya es suficiente y no nos debe faltar...
Nos queda la suerte que si se balancea un poco, nos puede tocar.
Nos queda Oaxaca, peyote, San Telmo y amigos que no nos quieren cambiar.
Nos quedan canciones que llenen los corazones, sobre todo las de los demás.
Nos queda el mar y un buen pescado que comer a tu lado y eso solo será si vuelves, claro.
Los restos del naufragio quedaron esparcidos o desaparecidos o rotos...