Desde la hiperconectividad

Imagen tomada de "Global Interdisciplinary Metanetwork" publicado en CCCB

 En 2020 el 70% de la humanidad estaba conectada a Internet. El desarrollo de algoritmos, que detectaban patrones que a su vez podían predecir conductas, se convirtió en una de las bases de las grandes redes sociales de esa época. Para 2024 el algoritmo predijo 2 potenciales tiradores escolares, pero su red social favorita ya los había denunciado. Luego llegó la hiperconectividad.

Hoy cada ser humano en este planeta recibe su implante genómico al nacer. Todo bajo la garantía y el auspicio de Siirius, la conciencia artificial global.  

Siirius es un algoritmo de vigésimoquinta generación; de hecho ya no se llaman algoritmos, el término correcto es conciencia. Inició con las redes sociales, recopilando información de sus "usuarios", y rápidamente perfeccionaron hasta predecir patrones de comportamiento humano. Un proyecto conjunto de inteligencia artificial fue la plataforma inicial para el Arca, que recopiló y sistematizó toda esa información, los patrones de comportamiento de 5 mil millones de seres humanos a lo largo de 2 décadas.

Descubrimos que éramos más simples de lo que creíamos. Pero nos costó aceptarlo. La Guerra RedNeck, logró dividir continentes enteros, utilizando las redes sociales para incentivar el odio. El conflicto duró 32 años y la tecnología casi desaparece por completo así como la mitad de la población. Nadie esperaba que un fabricante de autos eléctricos transformara en secreto todas sus instalaciones, para fabricar el ejército de robots más efectivo y letal que cualquier guerra haya visto. 

Al principio, muchos fuimos RedNecks. Utilizar un implante como interfase ya lo habíamos aceptado, y poco a poco se volvió global. Pero que nos dirija una sola conciencia artificial era una decisión radical. Muchas de las grandes mentes predijeron el fin de los gobiernos, de los bancos y las empresas, hasta llegar al fin de la libertad.

Tardamos demasiado –32 años– en darnos cuenta que el origen de la guerra vino de los mismos que veían su fin en esta nueva era. Así de simples somos. Por eso, los principales objetivos del ejército digital, y de los rebeldes que le precedieron, eran funcionarios de gobierno, banqueros y empresarios. No todos, por supuesto; pero eso ya lo sabe algoritmo.

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